viernes, 14 de julio de 2006

EL MANIFIESTO PALANTISTA, POR PEPE RAMOS

Este blog también culturiza. Un poco de filosofía palantista:

El palantismo: hacia la genitalidad plena
Por Pepe Ramos

Esta nueva filosofía tiene como apotegma angular de base un aforismo que, si bien se le atribuye a Sören Kierkegaard, se sospecha que fue dictado por el ínclito Paco Jódar: "Ninguna mujer es fea por donde mea" Nótese que el autor asocia el simple hecho de que la mujer posea un órgano sexual con el concepto absoluto y absolutista de la belleza. Partiendo de esta premisa, el palantista otorga la condición de bella a cualquier miembro del sexo débil, tornando con gracia una aseveración que podría parecer basta, ordinaria y zafia en poesía galante: Cada mujer es la más bella.

¿Hablamos pues de feminismo palantista? No podemos caer en las trampas de las falsas apariencias. No seamos ingenuos: si cada mujer es la más bella, estaríamos obligados a amarlas a todas (cosa harto cansada), y esta obligatoriedad Sisífica de amar a todas a toda costa va en contra del deseo implícito que la hembra humana acarrea de ser la madre de la camada del Macho Alpha. Si por una parte tenemos al palantista empeñado en amar a todas y cada una de las mujeres de su hábitat y por otra, mujeres que sólo quieren a los machos más hábiles de la manada, el único recurso que queda es el alcohol, que nos remite a otro apotegma palantista: "No hay mujer fea, sino copas de menos"

5 comentarios:

porrote dijo...

Avantismo (en italiano)

Anónimo dijo...

Es increíble la cantidad de feas que se trincharía Kieerkaargd.

Anónimo dijo...

algún día oí (no se si fue a mi mismo, incluso): "Me he picado a tías que harían vomitar a las cabras". Creo que no lo dije yo.

Anónimo dijo...

sería al Kieerkaargd ese.

Anónimo dijo...

Giussepe Infraganti es capaz de teorizar incluso sobre la ternura de un quebrantamiento marroniano (esto último por lo de ano y por lo de marrón). y qué razones no han de llevarnos a trincharnos hasta una sandía perforada para tal efecto, si nuestra naturaleza (garrafón mediante) es capaz de alcanzar semejantes cotas de pasión ignífuga y pollardónica... yo siempre recomiendo lo mismo: contra el elitismo, un par de cápsulas de Pollardón 500... Pepiño, eres grande!!!